Por José Alberto Gaytán García * Desde temprana hora hay un gran barullo en la ciudad, se ve gente caminar a toda prisa, cuadrillas de obreros y artesanos han trabajado sin descanso, bajo la mirada fría del encargado de la obra, estos hombres se esmeran en los últimos detalles del embellecimiento de la plaza central y del palacio del gobernante. Oficiales de guerra lucen elegantes símbolos y adornos militares, mujeres hermosamente ataviadas con collares y prendas de jade y oro, entran y salen del palacio principal, otros hacen lo propio…