Por José Alberto Gaytán García * Estimados amigos, les comentaba en mi artículo anterior, que la tragedia de los dos mil marinos del Almirante Clowdisley en las Islas Sorlingas, enlutó y conmocionó a la sociedad inglesa; la gente se dividió en acalorados debates en torno a quién era el culpable de tan lamentable tragedia. En los círculos políticos y sobre todo, en los círculos científicos, este hecho provocó un marcado sentimiento de culpa, ya que ninguno de los científicos de fama o renombre de aquel entonces, había sido capaz de…