Por José Alberto Gaytán García*
Invitado por el Secretario de Educación de Veracruz, el Dr. Víctor Arredondo Álvarez, la semana pasada estuvo entre nosotros el distinguido académico Luis Eugenio Todd Pérez, quien impartió una interesante conferencia a funcionarios del sector educativo, entre ellos, los directores y rectores de los institutos tecnológicos y universidades tecnológicas del estado. Los conocimientos y credenciales académicas del Dr. Eugenio Todd impresionan y apantallan a cualquiera, créanme que entre pensar como le hizo este hombre para llegar a ocupar los altos cargos que ha desempeñado y en reflexionar sobre las verdades monumentales que dice sobre la educación nacional, uno se adentra en un inmenso mar de ideas.
Permítanme citar una referencia “jarocha” para aclarar mejor mi comentario: escuchar a Eugenio Todd es como navegar en una frágil lanchita en el golfo de México, en febrero, mes del carnaval y de los impetuosos nortes, o sea, es como ir a la deriva en un inmenso “mar picado de ideas”.
Luis Eugenio Todd Pérez, gusta presentarse como médico de profesión y maestro por vocación; graduado en la Universidad Autónoma de Nuevo León, hizo sus estudios de posgrado en las Universidades de Cornell en New York, Georgetown en Washington y en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en Saint Louis, Missouri.
En Nuevo León. fue Secretario de Salud, Secretario de Educación y Cultura, Director General del Consejo de Ciencia y Tecnología y rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León. En el nivel federal, Eugenio Todd, fue Subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica de la SEP y en el plano internacional fue el Embajador de la representación permanente que tiene nuestro país ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), fue también representante de México ante la Unión Latina con sede en París, Francia, actualmente es el director del CECYTE de Nuevo León.
En opinión de este pensador mexicano, los únicos dos valores capaces de transformar la civilización contemporánea son la ciencia y el arte. En el contexto de lo que él llama “El triángulo de las Bermudas de la educación nacional”, que es una fuerte crítica a nuestro sistema educativo, Eugenio Todd, esta convencido que la histórica concentración del poder político y administrativo de las autoridades centrales ha impedido el desarrollo de los modelos regionales y locales de educación. Todd dice que en educación, al igual que en la política, el fútbol y en el amor, lo que importa son los resultados y que los resultados entregados a la sociedad mexicana han sido malos, ya que nuestros alumnos no saben leer, comprender, ni contar. En este sentido, piensa que aplicamos mal las fórmulas básicas del conocimiento, fórmulas que contemplan la capacitación de los profesores para enseñar bien matemáticas, materia fundamental en la correcta aplicación del método científico; Todd nos recuerda que si no sabemos contar no aprenderemos, porque el que no sabe contar, no tiene método para aprender.
Desde hace tiempo, Eugenio Todd y Víctor Arredondo, trabajan en el diseño de un proyecto educativo que bien podría llamarse “Traje a la Medida”, que consiste en vincular la formación de nuestros alumnos con las necesidades del entorno industrial, agropecuario, ecológico, etc. En dicho proyecto, ambos pensadores comparten tres cosas muy valiosas para una tarea de esta magnitud: amistad, experiencia y conocimientos.
Es verdad, necesitamos con urgencia un “traje a la medida”, pero no un traje cualquiera, necesitamos un traje fino que vista bien a una nueva generación de investigadores y emprendedores mexicanos capaces de competir con los investigadores de las mejores universidades del mundo como Harvard, Yale, Cambridge, Chicago, etc. Para eso, es indispensable que los laboratorios y talleres de nuestras universidades y tecnológicos estén bien equipados, con tecnología moderna y con investigadores bien pagados, bien preparados, capaces de formar estudiantes competitivos, de primer mundo y ganadores de premios Nobel; de ahí la urgencia de crear el rubro de “apoyo para la investigación”, ya que este concepto no existe en el lenguaje de la educación superior mexicana. Por cierto, el actual presupuesto que se asigna a nuestras instituciones educativas, como los institutos tecnológicos, solo alcanza para pagar la nomina del personal, para nada mas, por eso, urge ese “traje a la medida”.
¡Ah!, pero para vestir un traje de esos, necesitamos un sastre que sepa cortar y coser tan fino “casimir”, uno que le entienda bien al asunto. Ahora, que pensándolo bien, para un trabajo de esa naturaleza se necesita no uno, sino varios sastres, pero de los buenos, de los finos, de alta costura como Víctor Arredondo y Luís Eugenio Todd.
jalbertogaytangarcia@gmail.com
A36R6/17
Acerca del autor
- José Alberto Gaytán García ha escrito artículos y ensayos de corte académico en diarios y revistas de México y de los Estados Unidos; ha participado en importantes proyectos académicos e impartido conferencias sobre temas de historia, tecnología y educación en el marco de las relaciones entre México y los Estados Unidos, tema en el cual realizó sus estudios de doctorado en The Graduate School of Internacional Studies de la Universidad de Miami.
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