“ATCG”: La revolución que viene

Por José Alberto Gaytán García*

La revolución tema de este artículo, tiene mucho que ver con una historia ocurrida hace 150 años en un monasterio de Austria, lugar en el cual, un monje de nombre Gregorio Mendel realizó los primeros experimentos de fertilización de plantas de los jardines de dicho convento. El joven investigador fertilizaba chícharos con polen de otras plantas, con lo cual lograba trasmitir características dominantes de una planta madre a otra. Aunque ninguno de los científicos de aquella época tomaron en serio los descubrimientos de Mendel, dichos trabajos dieron origen a una nueva ciencia que hoy llamamos Genética.

atcg la revolucion que viene

Ese importante antecedente sirvió de guía e inspiración a científicos modernos como James Watson y Francis Crick, quienes descubrieron que los rasgos hereditarios de toda forma de vida dependen de una molécula que tiene un nombre difícil de pronunciar: Ácido Desoxirribonucleico, conocido por sus siglas como ADN o DNA. Esta molécula contiene los secretos de toda forma de vida, incluyendo bacterias, gusanos, peces, aves, plantas y seres humanos.

Los científicos que estudian la estructura del ADN la grafican o la describen como si fuera una escalera; los lados de dicha escalera están formados de azúcar y fosfato y los peldaños o líneas de en medio están hechos de cuatro sustancias que se llaman Adenina, Timina, Citosina y Guanina. Debido a que el ADN es una molécula muy compleja por la asombrosa cantidad de información que transporta, los científicos simplifican sus anotaciones utilizando las iniciales de las cuatro sustancias antes citadas: ATCG. El código genético o genoma humano consta de tres mil millones de letras “ATCG”; esta cantidad se duplica en cada una de los cien millones de millones de células que tenemos en nuestro cuerpo, de manera que es una cantidad asombrosa de información molecular o genética.

Gracias a los avances científicos en el estudio del ADN, hoy somos capaces de entender los secretos del código genético, lo cual cambiará para siempre la manera en que viviremos en los próximos años. Por ejemplo, los chips y componentes genéticos que usaremos harán que la medicina sea mil veces más poderosa y efectiva que la actual medicina general, ya que tomaremos medicamentos personalizados hechos a la medida de nuestros genes. Este formidable avance científico aumentará la actual esperanza de vida de 78 a 120 años. Así que en los próximos años será común ver en las hermosas playas de costa esmeralda, Veracruz, a gente de 90 años trotando y haciendo ejercicio por las mañanas.

Les aseguro que lo anterior, no es ciencia ficción u ocurrencias de su servidor, es la realidad, por eso, un laboratorio de los Estados Unidos, llamado Human Genome Sciences, ha obtenido ganancias millonarias con las 9200 patentes en genéticas aplicada que a la fecha lleva registradas. Mientras reflexionamos en cómo y cuándo nos alcanzará esta revolución genética, surge otra reflexión: ¿Y en México, como estamos en avances científicos? Disculpen pero tengo malas noticias, en México parece que vamos para atrás y derechito al colapso educativo pues apenas esta semana el Gobierno anunció un injusto y doloroso recorte de siete mil millones de pesos a las universidades públicas del país. No, pues así esta “canijo”, recortando el presupuesto al sector educativo nunca podremos competir con los grandes laboratorios de biotecnología del primer mundo ni nunca seremos líderes de revolución científica alguna.

jalbertogaytangarcia@gmail.com
A39R6/17

Sígueme en:
error
fb-share-icon

Acerca del autor

José Alberto Gaytan
José Alberto Gaytan
José Alberto Gaytán García ha escrito artículos y ensayos de corte académico en diarios y revistas de México y de los Estados Unidos; ha participado en importantes proyectos académicos e impartido conferencias sobre temas de historia, tecnología y educación en el marco de las relaciones entre México y los Estados Unidos, tema en el cual realizó sus estudios de doctorado en The Graduate School of Internacional Studies de la Universidad de Miami.

Entradas relacionadas

Dejar un Comentario