Por José Alberto Gaytán García*
Kaku nació el 24 de enero de 1947 en San José, California, Estados Unidos, de padres japoneses. Estudió en Cubberley High School donde formó parte del equipo de ajedrez en Palo Alto durante los primeros años de la década de los 60’s. En la Feria Nacional de Ciencias en Albuquerque, Nuevo México, Michio llamó la atención del físico Edward Teller, quien tomó a Kaku como su protegido y lo premió con la beca Hertz Engineering Scholarship. Kaku recibió un Bachelor of Science Cum Laude en la Universidad Harvard en 1968 y quedó en primer lugar en su clase de Física. Kaku tomó parte en el Lawrence Berkeley National Laboratory en la Universidad de California, donde llevó a cabo su doctorado, terminado en 1972, y trabajó como catedrático en la Universidad de Princeton en 1973. Durante la Guerra de Vietnam, Kaku completó su entrenamiento básico de la Armada estadounidense en Fort Benning, Georgia, y completó su entrenamiento de infantería avanzada en Fort Lewis, Washington.
Es un físico teórico estadounidense, co-creador de la String Field Theory, una rama de la teoría de cuerdas. Además de futurólogo, divulgador científico, anfitrión de dos programas de radio y autor de varios libros sobre teoría de cuerdas y la teoría cuántica de campos, y ha publicado 170 artículos en revistas sobre temas tales como Teoría de las supercuerdas, Supergravedad, Supersimetría y Hadrónica física.
También es autor de libros de divulgación científica: Visiones, Hiperespacio, Cosmos Einstein y Los Mundos Paralelos, y co-autor de Más allá de Einstein con Jennifer Thompson. Con Hiperespacio fue un best-seller y fue votado como uno de los mejores libros científicos del año en el New York Times y The Wa-shington Post . Los Mundos paralelos fue finalista para el Premio Samuel Johnson de no ficción en el Reino Unido.
Kaku vaticina un futuro con paredes inteligentes como espejitos mágicos a los que formular preguntas, vestir lentillas con realidad aumentada, chips a un céntimo insertados en todo tipo de objetos, ordenadores controlados por la mente y un recambio casi instantáneo de órganos. Entre sus augurios: “En la década de 2020 puede llegar la era del control telepático de los ordenadores”.
En la era del puntocom, se ataban los perros con longanizas. Kaku habla de la década de 2020 en la que viviremos una nueva revolución tecnológica sin precedentes. ¿Vuelven las gafas de color de rosa en pleno cataclismo económico? “Cuidado, que como no sea capaz de adaptarse, Silicon Valley podría sufrir una crisis tan profunda como la industria siderúrgica en el siglo XX”, advierte Kaku. “Pero parece que se adaptará”, espera. Dentro de diez años, los chips sólo costarán un céntimo, “más baratos que una hoja de papel”, y estarán en todas partes, de los muebles a las paredes y el cuerpo humano. En segundo lugar, Internet será una especie de espejo mágico que permitirá encontrar información en cualquier situación. Kaku habla no sólo de llevar gafas inteligentes, sino de lentillas conectadas a Internet que permitirán, sólo con mirar a la persona, reconocer su perfil, recrear ante los ojos el Imperio Romano durante una visita turística a la ciudad eterna, comprar los productos más económicos de la ciudad, ver más allá de los objetos y, obviamente, ver películas y recibir el correo electrónico. También se utilizará, evidentemente, en el campo militar y aeroespacial para ver donde no llegue la vista del soldado, por ejemplo. Gracias a la realidad aumentada, “el usuario vivirá en un mundo parcialmente real y virtual”.
En el año 2050 nos espera un futuro en el que el cuerpo podrá ser repuesto con la regeneración de órganos a la carta, creados en unas horas, añade. El baño se puede convertir en un centro sanitario más potente que cualquier hospital, con diagnósticos in situ y la visita de médico experto virtual. Las aseguradoras lo sabrán todo de nosotros y será casi imposible engañarlas. Llevar los chips integrados en nuestras ropas y nuestro cuerpo. Caminar por la calle y ver impresa sobre nuestra mirada el nombre y la biografía de todas las personas con las que nos cruzamos. Teletransportar moléculas de agua al espacio exterior.
Todo va a cambiar cuando se produzca esta revolución. Viviremos más años y tendremos información al instante. Los médicos serán virtuales y cuando tengas que hacerte unas pruebas, en lugar de ir al hospital irás al lavabo de tu casa, que diez años antes de que se forme un tumor ya detectará y analizará las proteínas emitidas por un centenar de células. Tu lavabo te dirá, diez años antes, si tendrás cáncer y podría convertirse en su remedio.
Las obras de ciencia ficción siempre hacen interpretaciones negativas de este tipo de avances. ¿Existe ese riesgo? “Creo que la mayoría de estas tecnologías serán buenas y harán la vida mejor, más barata y más fácil. De todos modos, a la gente le da un poco de miedo cuando oye hablar por primera vez de estas cosas. Miedo a quedarse atrás. Luego pasan a un segundo nivel, en el que piensan: mmm… esto es útil, poder usar estas lentillas podría conducir a cualquier lugar, saber con quién estoy hablando o traducir conversaciones. En el tercer nivel dicen sí, todo el mundo lo hace, hasta los niños”.
jalbertogaytangarcia@gmail.com
A48R6/17
Acerca del autor
- José Alberto Gaytán García ha escrito artículos y ensayos de corte académico en diarios y revistas de México y de los Estados Unidos; ha participado en importantes proyectos académicos e impartido conferencias sobre temas de historia, tecnología y educación en el marco de las relaciones entre México y los Estados Unidos, tema en el cual realizó sus estudios de doctorado en The Graduate School of Internacional Studies de la Universidad de Miami.
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