Por José Alberto Gaytán García *
En la página 325 del libro titulado “Genios y figuras” publicado en 1982 por la famosa editorial Selecciones del Reader’s Digest, encontré un valioso artículo sobre Kong Qui o K’ung Fu-tzu, llamado también Confucio o Kung el Sabio, uno de los personajes más influyentes en la historia de China. Este articulo lo escribió Max Eastman, un prominente escritor y publicista americano que impartió clases de literatura en la Universidad de Columbia en New York. En este artículo, el autor Eastman narra la vida y obra de Confucio, quien nació en el año 550 antes de Cristo, en la región de Lu, ubicada en la parte central de China, actualmente la provincia de Shandong; fue hijo de un comandante militar llamado Shu-liang He, quien falleció cuando Confucio tenía tres años, al morir su padre, su familia quedó en la pobreza total.
Por esa razón, Confucio tuvo una niñez difícil, para ganarse la vida y ayudar a su familia, hacia mandados, fue ayudante y aprendiz de varios oficios en los talleres de su pequeño pueblo, desde temprana edad destacó por su disciplina y deseos de aprender, tenía habilidades superiores para la aritmética y los deportes, especialmente para el tiro con arco, era un niño privilegiado para el canto y tocaba la citara con virtud asombrosa. La citara es un instrumento musical de cuerdas de sonido suave parecido al arpa, en muchos lugares del mundo a la citara se le conoce como arpa de mano.
Confucio se casó a los 19 años y tuvo tres hijos, posteriormente, se dedicó a la docencia, viajó por diferentes regiones de China para instruir a sus discípulos, ejerció la docencia con sencillez insuperable, muy joven adquirió fama de hombre sabio, fue nombrado magistrado de Zhongdu y después. ministro de justicia, durante su administración o mandato, la justicia fue administrada con imparcialidad y el crimen fue erradicado.
La doctrina y enseñanzas de Confucio se pueden resumir en una norma fundamental de la conducta humana, la cual tiene su equivalente en la regla de oro del Evangelio: “Haz a tu prójimo lo quieras para ti”. El autor de este artículo subraya que las enseñanzas de Confucio tienen gran similitud con las enseñanzas bíblicas, citando como ejemplo el precepto cristiano de “No juzguéis y no serás juzgado” con la advertencia confuciana de “juzgar a otros es la medida para juzgarnos a nosotros mismos”, al igual que el precepto cristiano de “devolver bien por mal” con el principio del confucianismo de “corresponder al mal con la justicia y al bien con la bondad”.
El personaje de este artículo fue un gobernante humilde y justo, afirmaba con vehemencia que por “naturaleza todos los hombres son iguales” y eso que en aquella época aún no se inventaba la democracia tal como la entendemos hoy. Este formidable pensador sostenía que la verdadera función del gobierno era velar por la prosperidad publica y felicidad del pueblo. En general, las creencias políticas de Confucio se basaban en el concepto de la autodisciplina, el creía que un líder necesitaba ejercer la autodisciplina para ser humilde y tratar a sus seguidores con compasión.
Confucio fue también un docente sabio y estricto que exigía a sus discípulos ser rápidos en la comprensión, claros en su juicio y grandes en sus aspiraciones, además, les exigía adquirir los valores supremos de la dignidad, seriedad y firmeza en sus propósitos.
Entre las citas y frases más famosas de Confucio, encontramos las siguientes:
- “La humildad es la base de todas las virtudes”.
- “El hombre que mueve montañas comienza moviendo pequeñas piedras”.
- “Escucho y olvido. Veo y recuerdo. Hago y entiendo”.
- “En la vida privada como en la pública, observar siempre el sendero superior del Justo Medio”.
- “No importa lo lento que vayas mientras no te detengas”.
- “Los cautos rara vez se equivocan”.
- “No te creas tan grande que te parezcan los demás pequeños”.
Entre las obras más importantes de Confucio se encuentran el “Gran Saber“, “Doctrina de la medianía“, “Analectas“, “Libro de Mencio” y “Los Cuatro Libros“. Confucio murió en noviembre del año 479 antes de la era cristiana, convencido de que su obra y aportaciones a la sociedad china habían sido un fracaso.
jalbertogaytangarcia@gmail.com
Acerca del autor
- José Alberto Gaytán García ha escrito artículos y ensayos de corte académico en diarios y revistas de México y de los Estados Unidos; ha participado en importantes proyectos académicos e impartido conferencias sobre temas de historia, tecnología y educación en el marco de las relaciones entre México y los Estados Unidos, tema en el cual realizó sus estudios de doctorado en The Graduate School of Internacional Studies de la Universidad de Miami.
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