Los Kennedy en Chapacao

Por José Alberto Gaytán García*

El éxito de los pioneros de Chapacao cruzó rápidamente las fronteras, funcionarios y personalidades de todo el mundo visitaron la zona para conocer el sistema de trabajo ejidal de estos “nuevos agricultores” mexicanos. Totalmente impresionados los funcionarios internacionales que visitaban Chapacao, recomendaron a las Naciones Unidas poner en práctica en otros países el sistema de trabajo de los colonos mexicanos, así se hizo en varios países del mundo, principalmente en el continente africano.

En ese entonces, hubo un suceso de política internacional que impactó notablemente a la región de Chapacao, esto ocurrió en 1963, cuando el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, vino a celebrar una de las visitas más emotivas e importantes en la historia de los encuentros presidenciales entre México y los Estados Unidos. El presidente Adolfo López Mateos, recibió a John F. Kennedy y a su esposa Jackie Kennedy, con todas las atenciones que ameritaba la ocasión, por ejemplo, el Gobierno mexicano ofreció en la Basílica de Guadalupe, una misa en honor a la distinguida pareja presidencial, resultando todo un acontecimiento social, ya que un total de doscientas mil personas aclamaron al primer presidente católico de los Estados Unidos. El motivo principal del viaje del presidente Kennedy, era invitar al Gobierno de López Mateos a participar en el nuevo programa de ayuda internacional para América Latina llamado “Alianza para el Progreso”.

Al respecto, debe comentarse que el presidente de los Estados Unidos conocía los pormenores de la hazaña agrícola de Chapacao, ya que en 1961 su hermano, el actual senador demócrata por el estado de Massachusetts, Edward M. Kennedy, en ese entonces, un joven abogado recién egresado de la Universidad de Harvard, había visitado la zona e informado personalmente a su hermano, los detalles del sistema de trabajo de Chapacao. Los líderes de los colonos sobrevivientes aún recuerdan la grata impresión que le causó al hermano del presidente el funcionamiento del programa de colonización. Esta visita se realizó el 20 julio de 1961, es decir, que en estos días se cumplen exactamente 46 años de dicho evento. Acompañaron a Edward Kennedy, el profesor de la Universidad de Harvard, John M. Planck, el escritor húngaro Vela Korvitzey, quien recababa datos para escribir la biografía del presidente Kennedy, el empresario Claudio Hotter, Anna Gómez Mass funcionaria de la embajada de los Estados Unidos, quien junto con el profesor Planck fungían como intérpretes: en total, la delegación la integraban veinte funcionarios de ambos Gobiernos, más presidentes municipales, jefes políticos e invitados especiales.

Después de que la delegación recorrió la región, se ofreció una comida en una de las colonias agrícolas llamada CNC, en honor de la Confederación Nacional Campesina. En ese lugar, Edward Kennedy disfrutó de una suculenta comida de platillos regionales, tomaba notas de todo lo que veía, con ayuda de la intérprete de la embajada, le preguntaba constantemente a López Serrano sobre los salarios de los trabajadores, sus condiciones de trabajo, salud y sobre la forma en que se otorgaba la educación a sus hijos, con insistencia preguntaba si los colonos trabajaban con libertad y sin presiones políticas del Gobierno, López Serrano llamó a unos veinte trabajadores para que directamente le contestaran las preguntas y dudas al joven abogado. El hermano del presidente, emocionado les habló a los colonos del programa “Alianza para el Progreso”, de los beneficios de la democracia y de los planes de apoyo para México, cuentan los colonos que se entusiasmó más, cuando supo que aquella deliciosa comida era producto del esfuerzo y constancia de los colonos, ya que por ejemplo, el consomé y el mole de pavo de doble pechuga, que se ofrecía en el menú, provenía de los criaderos de pavos de la colonia CNC, la ensalada de frutas, era también de las hortalizas de los campesinos, la carne a la tampiqueña, provenía de las mejores terneras que criaban ahí los colonos, las sabrosas tortillas eran de los abundantes sembradíos de maíz de Chapacao. Los colonos le obsequiaron a Kennedy una guayabera huasteca, la cual se puso de inmediato y no se la quitó para nada en todo el recorrido, como se aprecia en la foto anexa, en la cual aparece con el López Serrano.

Los Kennedy en Chapacao

Antes de despedirse de los colonos en el aeropuerto de Tampico, Edward Kennedy le entregó un obsequio a López Serrano, con ayuda del profesor Plank le expresó lo siguiente: “Licenciado López Serrano: el señor Kennedy desea que conserve usted como recuerdo de esta visita, una presea que los norteamericanos tenemos en alta estima. Es la medalla que se troquela para conmemorar el advenimiento a la Casa Blanca de un presidente de los Estados Unidos de América del Norte; que la pone en sus manos porque ha comprobado que usted entiende a los desheredados, y que usted ama la democracia, la justicia y respeta la libertad de los demás”.

Tiempo después llegaron más noticias buenas a Chapacao, entre ellas, una carta que Miguel Serrano de 36 años, hijo de don Miguel Serrano, uno de los líderes fundadores de Chapacao, me mostró orgulloso, la carta es de fecha primero de septiembre de 1961, en la cual Edward Kennedy agradece la visita a López Serrano en los siguientes términos: “Deseo expresarle mi sincero agradecimiento por la oportunidad que me dio de conocer la impresionante obra de colonización y el espíritu de cooperación y progreso de los colonos de Chapacao”.

El programa de ayuda económica que el Gobierno de los Estados Unidos destinó para México a través del programa “Alianza para el Progreso”, fue verdaderamente impresionante, más de mil millones de aquellos pesos fueron asignados a distintos programas de desarrollo social del país, como los millonarios recursos canalizados al “Plan Limón”, después llamado “Plan Chontalpa”. Los colonos de Chapacao también recibieron los beneficios de la visita de los Kennedy, ya que la ayuda del Banco Mundial y de organismos internacionales, no tardó mucho en llegar, se les otorgaron decenas de créditos agrícolas, por ejemplo, con uno solo de esos créditos, los colonos compraron ciento cincuenta tractores e implementos agrícolas, equipo con el cual consolidaron de manera notable su poderío comercial a lo largo de las 23 colonias campesinas, con una población superior a los 20 mil habitantes; en total, estos formidables colonos lograron una producción agrícola millonaria, nunca antes alcanzada en la historia de la producción agrícola de Veracruz.

Cuarenta y seis años después de sucedido lo antes narrado, Usted se preguntará estimado lector, bueno, todo eso está muy bien, pero ¿qué pasó con los colonos?, ¿qué fue de todo ese poderío económico?, ¿qué final tuvo el programa de colonización?; esas cuestiones con todo gusto las comentaré en el próximo y último artículo de esta interesante historia, titulado Chapacao en transición.

jalbertogaytangarcia@gmail.com
A08R6/17

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Acerca del autor

José Alberto Gaytan
José Alberto Gaytan
José Alberto Gaytán García ha escrito artículos y ensayos de corte académico en diarios y revistas de México y de los Estados Unidos; ha participado en importantes proyectos académicos e impartido conferencias sobre temas de historia, tecnología y educación en el marco de las relaciones entre México y los Estados Unidos, tema en el cual realizó sus estudios de doctorado en The Graduate School of Internacional Studies de la Universidad de Miami.

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