Por José Alberto Gaytán García*
Les comentaba en mi artículo anterior que en el poblado de Amatlán, estado de Morelos, el 13 de mayo del año 947 después de Cristo, nació un personaje famoso llamado Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl; su padre fue un poderoso gobernante chichimeca llamado Mixcóatl, su madre fue una bella mujer llamada Chimalma, originaria de este estado. El significado de este nombre de origen náhuatl es el siguiente: “Ce”, quiere decir “Uno”, que se refiere al primer día del calendario tolteca, “Ácatl”, quiere decir “Caña”, nombre con el que iniciaba el ciclo agrícola, “Topiltzin”, quiere decir “Nuestro príncipe”, porque la persona de que estamos hablando fue hijo de un rey y la palabra “Quetzalcóatl”, que se compone de dos palabras, quetzal, que es un ave de hermoso plumaje y coatl, que significa serpiente, o sea, que este nombre significa Serpiente emplumada.
La historia de este fantástico personaje, está rodeada de mitos, leyendas, confusiones y datos erróneos. Algunos investigadores han llegado al extremo de confundirlo hasta con un extraterrestre, otros creen que fue un vikingo porque era un hombre alto, blanco y barbado. El problema central que confunde a muchos historiadores es que hace mil años, época en que vivió este personaje, reyes y sacerdotes tenían la costumbre de agregar a su nombre el título o grado de Quetzalcóatl.
A lo anterior, hay que agregar que el verdadero Quetzalcóatl viajó por varias partes de México, adquiriendo diversos nombres locales, por ejemplo, cuando estuvo en Yucatán se llamó “Kukulcán”. En el libro Relación de las cosas de Yucatán, escrito por el fraile franciscano Diego de Landa, se documenta el paso de este personaje por el sureste de México; si usted está interesado en conocer más sobre el tema, le recomiendo dos buenos libros:¿Quién diablos fue Quetzalcóatl?, de Eduardo del Rio y El mito de Quetzalcóatl de Enrique Florescano.
Este personaje de niño fue un excelente cazador de conejos y venados, a los siete años sus padres lo mandaron a la prestigiada Universidad de Xochicalco. El códice chichimeca y las narraciones antiguas señalan que el joven Quetzalcóatl estudio veinte años sin parar, se especializó en estrategia militar, matemáticas e ingeniería en construcción, debido a su alta preparación se destacó en varias batallas en el ejército tolteca; por su destreza militar se ganó el apodo de Se ocelotl, que quiere decir Uno ocelote.
A los veintiséis años egresó de Xochicalco y de inmediato ingresó al prestigiado Colegio de Estadistas de Tulancingo, el equivalente a las actuales escuelas de Diplomacia y asuntos de Gobierno, cuatro años más tarde se hizo rey de Tula, pero antes mató a los príncipes que asesinaron a su padre para arrebatarle el poder. El reinado de Quetzalcóatl fue brillante, fue un gobernante justo y humanista, prohibió los sacrificios humanos, esta medida le ganó innumerables problemas, intrigas, chismes y hasta un complot le armaron sus enemigos políticos para derrocarlo. Los sacrificios humanos y los juegos de pelota eran costumbres religiosas muy fuertes y arraigadas entre los toltecas. Así que la gente protestó con enojo contra la ordenanza real que prohibía los sacrificios humanos. Esta situación la aprovecharon los enemigos de Quetzalcóatl para derrocarlo en el noveno año de su mandato.
Quetzalcóatl fue un avanzado constructor de pirámides, palacios, carreteras, edificios, etc. En Tula reformó la agricultura y el calendario tolteca, por su fama y conocimientos, varios reyes le ofrecieron ayuda, entre ellos, el rey de Uxmal, llamado Ulil quien le concedió asilo político, también fue gobernante de Cholula, recorrió diversas partes de México, a los 52 años de edad murió al inmolarse frente a las costas de Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz.
De ahí en adelante, la historia de Quetzalcóatl se convirtió en una de las leyendas más importantes de toda Mesoamérica; parte de esa leyenda señala que cuando llegó Hernán Cortés a México, el rey Moctezuma lo confundió con Quetzalcóatl y que dicha confusión facilitó a los españoles la conquista del imperio azteca.
En el próximo artículo les comentaré la historia de otro personaje famoso de Amatlán, don Aurelio Ramírez Campos, quien practica un oficio increíble en este mágico e impresionante lugar. Continuará…
jalbertogaytangarcia@gmail.com
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Acerca del autor
- José Alberto Gaytán García ha escrito artículos y ensayos de corte académico en diarios y revistas de México y de los Estados Unidos; ha participado en importantes proyectos académicos e impartido conferencias sobre temas de historia, tecnología y educación en el marco de las relaciones entre México y los Estados Unidos, tema en el cual realizó sus estudios de doctorado en The Graduate School of Internacional Studies de la Universidad de Miami.
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